Amor Imprevisto - Capítulo 12

L

a vida tiende a ser como el caminar de un caracol o a veces parecer a la carrera del Correcaminos, claro que todo esto depende como lo mires, depende como lo sientas, de que lado del cronometro estés. Mi experiencia en Londres fue tan cargada de incidentes que pasó como un soplo de aire y a la vez tan lenta como el paso un caracol. Cuando estaba allí el tiempo no se podía medir en las mismas reglas que siempre. Tuve las experiencias de años condensadas en días, en horas que tengo la sensación de haber estado de viaje por más tiempo que unas simples dos semanas.

Acá estoy nuevamente en la oficina americana tratando de tomar un café en el comedor de personal viendo pasar a la misma gente, escuchando los mismos chimentos y las mismas insulsas conversaciones de siempre. Como si el tiempo no hubiera pasado, como si mi visión del mundo de fuera otra y la misma. Aunque Veo que todo a mí alrededor no tuvo tiempo de cambiar y yo me siento acá como un alíen.

– He!!, amigo, Como estas? Parece que te pasaron por una picadora de carne… Jajaja!!! Que te pasó en la cara – Preguntó Teo, llegando hacía mi para servirse una taza de café.

– Algo así – Dije, mientras pensaba que error de cálculo me llevo a estar parado junto a la cafetera. Podría haberme apoyado en otra pared para tomar mi taza de desayuno, pero no aquí debía estar, así que no me queda otra que ser cordial e inventar una escusa para mi cara.

– Nos contaron que te asaltaron en Londres, es verdad? Como fue? – Pregunto Teo tratando de obtener algo de mi

– Si, fue un asalto – no sabía que decir, no tenia armada ninguna historia, mierda, mierda!!. Debería haber consultado con los hermanos – Hum!!, no recuerdo mucho Teo – Agregué

– Vamos, algo tenes que poder recordar. Como pasó?

– Bueno si, algo me acuerdo – para ese momento el resto del personal que estaba en la sala ya se había acercado a escuchar la conversación así que decidí aferrarme a la realidad lo mejor que pude – Salí de las oficinas de Londres a pasear un poco por las calles cercanas hasta que me perdí y me topé con un grupo de pandilleros que quisieron robarme, me resistí y así terminé.

– Y que pasó después? – Pregunto Magui una recepcionista obviamente llevada por el morbo

– Después no recuerdo mucho, supongo que no me alejé mucho porque alguien de seguridad de SotfHobbs me encontró y me reconoció, llamó alguno de los hermanos. Desperté siendo atendido por un medico en la casa de ellos. Eso es todo – Me encogí de hombros no sabiendo que mas decir.

–  Obviamente que Londres en tan peligroso como acá – Repuso un chico de programación

– Sip, eso creo – dije quedándome callado nuevamente.

– Ha!! pero ahora la mejor parte, - dijo Cristina la asistenta de marketing – Como son los hermanos Hobbs? Como es la mansión, llena de lujos? Es verdad que tiene mayordomo? Quiero saberlo todo, todo, todo…

– Bueno, bueno – Salvado por la campana o mejor dicho, El Dragón – Gente, acabar toda esta charla por favor. Necesito que cada uno regrese a su puesto de trabajo, el día acaba de comenzar y hay mucho que hacer. Vamos moviendose!!! – Mirándome dijo –  Señor Molgante por favor hágame el favor de acompañarme a mi despacho.

Nunca supe de que forma agradecer esa intervención a Sandra, alias el Dragón. Realmente me salvó de contestar preguntas indiscretas, que no sabía como responder. Obviamente opte por seguirla sin discutir y simplemente dejé mi taza en la bacha para lavarla después y emprendí el comino cabizbajo a su oficina. 

– Señor Molgante, entiendo que ha tenido unos días difíciles en Londre, el Sr. Hobbs ha hablado conmigo y me ha sugerido que usted puede necesitar algunos días más de reposo.

– Señora Quill, no es necesario el descanso.

– Igualmente sugeriría unos días de descanso y una consulta con el psicólogo de la empresa. Estos episodios de robos suelen afectar aunque no lo creamos.

– Realmente estoy repuesto como para cumplir con mi trabajo, aparte hay muchas cosas pendientes – En realidad no se si estaba bien, pero el quedarme en casa solo haría que pensara y recordara todo otra vez. La ironía de todo es que si esto me lo hubieran propuesto hace unos meses hubiera estado en cantado.

– Fabio, debes tener en cuenta que estas ocupando un puesto muy importante en la empresa y debes estar al 100% para poder cumplirlo. No se que es lo que paso durante el viaje, pero a la vista de tu rostro debió ser difícil. Te pido tengas en cuenta el consultar al psicólogo. Ten en cuenta que es confidencial y no figurara en tu expediente.

– Gracias Sra Quill por la sugerencia, pero realmente estoy bien, Igualmente si llego a necesitarlo acudiré a la consulta.

– Bien, es su decisión – No lo dijo como si estuviera muy feliz, pero bueno en verdad era mi decisión -, obviamente queda disponible para usted, si lo desea una consulta con el psicólogo de la empresa.

– Gracias, lo temeré en cuenta.

– Humm!!! Si supongo – dijo escéptica – Bien habiendo cumplido con estas formalidades hablemos de las capacitaciones que se dictaron durante su ausencia. Aquí tengo las evaluaciones realizadas al personal y el informe final para el Sr Hobbs…

Así pasó parte de la mañana, analizando las evaluaciones y rendimientos del personal, tomado notas para después pasarle a mi jefe.

– Morgan… realizaste la llamada a Tokio, necesito hablar con Aizawa, pronto

– El Sr Aizawa no está disponible, salió de Tokio para una conferencia regresa mañana.

–  Pues consigue el celular, averigua donde es la convención, en que hotel se aloja. Muevete!!! Quiero hablar con Aizawa hoy, quiero esos datos hoy

– Si señor, me pongo en eso. – Dios!! Necesito un respiro o un cigarrillo. Creo que mi reino por un cigarrillo estaría bien. Claro que mi reino es un escritorio abarrotado de papeles y tareas inconclusas, no creo que alguien lo quiera.

– Molgan!! – cinco minutod después del ultimo grito ahí estaba otra vez – Donde están los gráficos del nuevo prototipo!!!!  Te los pedí varias veces y aun no los veo!!!!

– Los dejé ayer por la tarde en su escritorio, Russell

– Pues aquí no los veo, buscarlos, ya!! … y tráeme una taza de café negro bien cargado…. Ya,ya!!! Muevete!!!

– Hay voy – no sabía si el dolor de cabeza podía resistir un Morgan!!! mas

En los últimos meses la vida en la empresa había sido algo difícil, con Russell, el recuerdo de Londres y la apretada agenda de trabajo para presentar el último producto de la empresa. Pero hoy Russell tenía un día muy insufrible.

Ni bien ingresó al despacho en la ocho de la mañana me hizo cancelar su cita de la noche con la modelo de turno y enviarle un regalo de despedida. Flores escogí. Después me hizo reorganizar toda la agenda del día y redactar un informe por segunda vez, con nuevos datos y gráficos a por no hablar de las cinco cartas que todavía debía escribir. Díos!!, y aun no pasaba del medio día. Supongo que hoy lograré terminar temprano como para recuperar las horas de sueño perdidas.

Llevo un tiempo pensando que tal vez debería aceptar esa reunión con el psicólogo de la empresa que tengo pendiente. Acaso deba pasar por su oficina al horario del almuerzo? Tal vez debería  dejar mis dudas de lado e iniciar las visitas, creo que Sandra tenía razón.

Últimamente me cuesta más dormir, cada vez que cierro los ojos una imagen se forma en mi mente que no me deja en paz. Veo como el fantasma de Zacary acosa mi vida, irrumpe en ella para terminar lo que empezó esa tarde del otro lado del mundo. Posiblemente eso no sea lo peor. Sé que ver su cara es el preludio de sueños, de sueños incómodos, de sueños húmedos, de besos por la mañana, de tragos por la tarde, de sabanas blancas, de almohadas de plumas y de rizos negros con picaros ojos verdes como bosque irlandés. Es tan difícil conciliar un sueño tranquilo y reparador con Rhion inmiscuyéndose, con él besando y lamiendo cada parte de mi cuerpo y despertando con un anhelo insoportable. Ironico, no? Solo una noche con él dejo mi cuerpo y mi mente mucho más marcada que años con mi anterior novia, de quien ni siquiera no recuerdo el nombre.

– Molgan, que te detiene!!! Hace 10 minutos que te llamé, quiero ese informe y mi café. Lo quiero para Hoy!!!

– Estoy yendo – giré para ir, cuando mi vista quedo atrapada por la foto de contrabando que conseguí de los tres hermanos en la fiesta de cumpleaños. Algo en mi se estrujó y latió atropelladamente, definitivamente programaría esa reunión con el médico.

  

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Vereniz.-