Poesía matemáticaPor Millôr Fernandes
En las muchas hojas
del libro de matemáticas
un Cociente se enamoró
un día dolorosamente
de una Incógnita.
La vio con su mirada innumerable
y la vio desde el ápice a la base:
Una figura impar;
ojos de robot, boca de trapecio,
cuerpo rectangular, senos esferoides.
Hizo de la suya una vida
paralela a la de ella,
hasta que se encontraron
en el infinito.
"¿Quién eres tú?" -indagó ella
con ansia radical.
"Soy la suma de los cuadrados de los catetos.
Pero puedes llamarme hipotenusa".
Y de hablar descubrieron que eran
(lo que en aritmética corresponde a las almas hermanas)
primos entre sí.
Y así se amaron
al cuadrado de la velocidad de la luz,
en una sexta potencia
trazando ,
al sabor del momento
y de la pasión,
rectas, curvas, círculos y líneas sinoidales
en los jardines de la cuarta dimensión.
Escandalizaron a los ortodoxos de las formas euclidianas
y a los exegetas del Universo infinito.
Rompieron convenciones newtonianas y pitagóricas.
Y en fin resolvieron casarse,
constituir un hogar,
más que un hogar, una perpendicular.
Invitaron como padrinos
al Polígono y a la Bisectriz.
E hicieron planos y ecuaciones y diagramas para el futuro
soñando con una felicidad
integral y diferencial.
Y se casaron y tuvieron una secante y tres conos
muy graciosillos.
Y fueron felices
hasta aquel día
en que todo se vuelve al fin
monotonía.
Fue entonces cuando surgió
El Máximo Común Divisor.
Ofreciole, a ella,
una grandeza absoluta
y la redujo a un denominador común.
Él, Cociente, percibió
Que con ella no formaba un todo,
una unidad.
Era un triángulo, llamado amoroso.
De ese problema él era una fracción
la más ordinaria,
Pero fue entonces cuando Einstein descubrió la Relatividad
Y todo lo que era espurio pasó a ser
moralidad
Como en cualquier sociedad.
La muerte de Fernandes provocó un ambiente de luto en Brasil, y hasta la presidenta Dilma Rousseff,divulgó un comunicado en donde expresa su pesar por el fallecimiento de "un genio brasileño, un ícono del humorismo".
Millor Fernandes (Brasil, 1923) autor de cerca de 40 novelas era también dramaturgo, dibujante, periodista, traductor de novelas y textos teatrales.
Fernandes fue uno de los fundadores de O Pasquim, un semanario humorístico y satírico nacido en 1968 que se sirvió de la ironía para burlar la censura y criticar al régimen militar que imperó en Brasil entre 1964 y 1985.
Se inició en el periodismo en 1938 con una columna en la revista A Cigarra que firmaba con el pseudónimo Vão Gogo, que utilizó durante varias décadas en diversas publicaciones, entre ellas el semanario O Cruzeiro, uno de los principales periódicos brasileños de los años 40 y 50.
Luego, colaboró con medios importantes como el Jornal do Brasil y la revista Veja.
De su producción literaria sobresalen las obras teatrales, aunque también escribió cuentos, fábulas, poesías y novelas.
También fue traductor de una decena de obras de William Shakespeare y adaptó al portugués textos de otros autores como Molière, Bertold Brecht, Tennessee Williams, Mario Vargas Llosa, Augusto Monterroso o Darío Fo.
El humorista era conocido por el gran público brasileño por sus frases ingeniosas, que muchas veces escribía en forma de tira cómica, que fueron publicadas en numerosos periódicos y revistas de todo el país.
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