Para reconciliarse con sus padres y dar a sus hijos la oportunidad de
conocer a sus abuelos Lacey Bryant aceptó la oferta de transporte de un
buen amigo y cliente del restaurante de carretera donde trabajaba. ¡Qué
poco se imaginaba que iba a viajar con un gruñón malhumorado! Más de
tres mil kilómetros en la cabina de un camión con Barry Cooper podía ser
insoportable a menos que lograra cambiar «Qué asco de Navidad» por el
«Feliz Navidad».
Perteneciente antologia Historias De Amor En Navidad
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