Desde que enviudara, el jeque Khalid Bin Shareef había jurado tener aventuras sólo con mujeres experimentadas, que no soñaran con otra cosa. Pero era demasiado duro resistirse a la inocente Maggie Lewis... y la tomó, descubriendo, muy a su pesar, que era virgen.
A la mañana siguiente, ella desapareció y él debió marcharse súbitamente de Australia por la muerte de su hermanastro Faruq. Pero como consideraba a Maggie un asunto inconcluso, hizo que la encontraran y la enviaran a su reino... donde descubrieron las consecuencias de la noche de pasión que pasaron juntos.
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