En la vida de Elizabeth Egan todo tiene su sitio, desde las tazas de café exprés en la reluciente cocina hasta los materiales de trabajo de su negocio de diseño interior. El orden y la precisión ayudan a tener la vida bajo control y evitar que Elizabeth vuelva a vivir el dolor que ha sufrido en el pasado. A la par que mantiene su negocio en sus carriles, debe hacer –a regañadientes- de madre de su sobrino de seis años, por lo que tiene poco margen para equivocarse, y por supuesto que menos para divertirse.Hasta que un día, inesperadamente, Ivan entra en sus vidas. El misterioso Ivan es un ser espontáneo, despreocupado y que siempre busca la aventura... todo lo contrario que Elizabeth.
Ivan encontrará al amor de su vida incluso antes de que ella lo vea, y le enseñará que la vida sólo vale la pena ser vivida cuando nos dejamos cegar por su colorido y ocasional confusión. Pero justo cuando Elizabeth empieza a confiar en él, resulta que Ivan no es quien ella creía...
Divertida, y por momentos intensamente conmovedora, esta es una novela que lleva la marca personal, cálida y emocionante, de Cecelia Ahern.
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