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Los sueños, para que puedan comenzar a realizarse deben ponerse en palabras, darse a conocer.
martes, 24 de julio de 2012
Amor Imprevisto - Capítulo 14
costado
en mi cama, viendo reflejar en el techo las franjas de luz que se cuelan entre
los postigos de la ventana y oyendo el acompasado ronquido de hombre acostado
junto a mi, llegue a la conclusión que: rescatar a Rhion de la cárcel no sé si
fue la hazaña más acertada, pero estoy seguro que llevarlo a mi casa y cocinar
para Él definitivamente no lo fue.
Esa
noche las cosas empezaron un poco extrañas, hasta torcidas diría yo. Primero el
llamado de Rhion desde la carcel, luego el rescate con el abogado de SotfHobbs,
después la lluvia intensa de primavera y por último el viaje a casa en mi
pequeño auto utilitario. Aun no entiendo porque lo invite a casa, simplemente
podría haberlo enviado en un taxi al departamento de su hermano donde el
mayordomo y los empleados podrían haberlo atendido correctamente. Pues no, lo
invite a mi caja de zapatos, un incomodo departamento de dos ambientes o casi.
Mi
depto está ubicado en el piso 8 de un edificio modesto de clase media, nada
pretencioso. El ascensor funciona bien aunque es algo antiguo y solo caben 2 a
3 personas, ojo si son tres traten de no ser adultos excedidos de peso. Al
entrar al depto numero 5 (el piso tiene 6) tenemos una especie de sala de
estar, entretenimiento, oficina, biblioteca y comedor. Es diminuto, así que
todo está como abarrotado y la realidad es que el orden no es mi fuerte. Luego
tenemos una cocina pequeña, o minúscula si vamos a la verdad. La siguiente
puerta es el baño que como todo es pequeño y funcional se podría decir. Por
último tenemos la habitación donde apenas cabe mi cama, un armario y una mesa
de luz, con una vista desde la ventana a la medianera del edificio vecino.
Visto
hoy con ojos de turista no sentí que este lugar fuera apropiado para un Hobbs,
aunque fuera el más disipado de la familia. Nunca me puse a pensar que era lo
que veían mis ligues, novias o amigo al visitar mi departamento, hasta hoy.
Simplemente me doy cuenta que se veía como un sitio pequeño, atiborrado y
descuidado. Creo que con mi último aumento de sueldo puedo permitirme buscar un
alojamiento mejor o hasta ver una hipoteca para conseguir algo propio. Debo
decir que Rhion no pareció afectado mucho por mi desorden y la escases de lugar,
solo me pidió tomar una ducha mientas yo hacia la pasta.
Tenía
tallarines secos, algunos tomates, aceitunas y cebolla en la heladera.
Improvise una salsa y herví la pasta, media hora después tenía todo preparado
para servir. Me dirigí al living para avisar a mi invitado, por el sonido del
televisor calcule que se estaba relajando allí. Lo primero que veo son unas
velludas piernas reposando sobre un puf
y luego mi toalla, antes blanca luego de un problema en el lavado ahora es rosa,
sip rosa. En fin, segui ascendiendo con la mirada y pude apreciar un pecho con
un poco de vello húmedo y luego el rostro de Rhion con una la sonrisa de gato que
se trago al ratón.
– ¿Estás
cómodo? – fue mi pregunta ante su falta de indumentaria
– Oh si!
Estoy genial. ¿Ya está la cena?
– La cena
está lista, pero veo que tú no. ¿Podrías vestirte para sentarnos a comer?
– Es que no
tengo ropa Molgan – dijo sin la más absoluta vergüenza
– ¿Cómo que
no tienes ropa? ¿Y el bolso que traías contigo que contenía? ¿La ropa que
tenias puesta donde está? – pregunte confundido
– ¿Quieres
que me ponga esa ropa sucia? Estuve sentado con ese pantalón en una celda y te
aseguro no estaba muy limpia ¡¡No puedo volver a ponerme eso nunca más!! Y mi
bolso solo contiene una muda más de ropa que esta aun más sucia. Hace unos días
caí con mi moto en el barro y aun no pude lavar el jean. – dijo con un
encogimiento de hombros
– Ok, veamos eres más alto que yo y un poco más
ancho de hombros, tendré que revisar si algo de mi ropa deportiva te va.
– Molgan,
gracias!! Eres un ángel, si estuviera en casa de mi hermano seguro tendría que
vestir uno de esos sosos conjuntos que posee.
– Si, eso me recuerda que debería haberte
llevado su departamento, es más dado que aquí no hay lugar para que duermas
deberé llevarte después de comer. Mientas vamos a ver que te consigo.
– ¿Realmente
quieres llevarme allí? – me siguió hasta la habitación con la toalla que apenas
se sostenía cubriendo sus caderas – ¿Alguna entraste en ese mausoleo? – dijo
mientras se tiraba todo a lo largo de la cama, dándome un buen panorama de su
cuerpo – Pues yo tuve que vivir allí una semana cuando adquirimos Webbself.
¡Dios fue horrible! – hablo con todo el dramatismo
– Ven ponte
esto, seguro que te quedará algo chico pero bastará por ahora
Lo
deje para que se visitera mientras ponía la mesa y revisara que aun la cena
estuviera comible. Plato, vaso, tenedor, cuchara, servilleta…todo de forma
automática, mientras repasaba algo de nuestra conversación anterior.
Para
cuando estaba dando los detalles finales a la mesa, lo vi venir de la habitación con mi ropa. La sensación fue extraña, no se
como explicarlo, diría que fue satisfacción velo vestido con algo mío. Fue como
sentir posesión y eso me asusto por lo absurdo. Obviamente todo le quedaba
chico, pero estaba decentemente cubierto para sentarse a la mesa. Rara mi
obsesión por vestirlo, con alguna ex-novia hemos cenado con mucho menos que una
toalla en sima. Igual no era algo que quisiera inspeccionar demasiado.
– No tenía
ropa interior y tuve que revolver tus cajones, aunque ningún calzoncillo me
quedo. ¿No tienes nada más divertido que boxes blancos y negros? Necesitas algo
mas atrevido – concluyo mientras se sentaba
– Si, seguro
un suspensorio como los tuyos.
– Ha!! Lo
recuerdas ¿No me quedaba hermoso? Debemos ir mañana a compra un par. Uno para
vos y uno para mí – Me giño el ojo mientras comía sus tallarines.
– Dios no!!
Estás loco!! – Dije horrorizado – jamás me pondría algo así
– Bueno tú
te lo pierdes, pero son tan cómodos que no sabes lo que estas rechazando. –Ante
mi falta de respuesta agrego – Sostienen lo que tiene que sostener, y el resto
en libertad.
Casi
me ahogo pensando en lo que sostiene o recordando en este caso, la única visión
que había tenido de uno de ellos.
– Estuviste
aquí durante la adquisición de Webbself señalaste hace un rato – dije para cambiar
de tema por algo menos inocuo – ¿De qué parte del trato te ocupaste?
– Bueno,
Russell enfermo esa semana, nada grave aunque estuvo tres días internado. No
se, algo que había comido cuando llego aquí. Es más creo que despidieron al
cocinero de L’monte después de eso, mi hermano los demando. En fin, como el
estaba medio muerto, Ruond estaba con una situación en India, solo quedaba yo.
– ¿Ósea que
viniste a cerrar el trato?
– Haja!
Vine, firme los papeles de la adquisición y participe en la emotiva presentación
al personal.
– ¡¡Claro,
eras tú al pie del ascensor ese día!!
– Hum, ¿de qué
hablas?
– El día de
la reunión, unas horas antes de la presentación, cuando estaba llegando al
edificio me encontré con quien luego creí Russell en la puerta de los
elevadores. Nunca pude asociar esa la mirada descarada y el guiño del ojo con
Russell y ahora se por que. Esa mañana no era él, sino tú!!
– Si me
acuerdo. Estaba esperando a uno de los directivos cuando tú entraste con el sol
reflejando en tu pelo, me miraste y pensé que eras el hombre más caliente que
había visto en mucho tiempo.
– Si claro…–
dije luego del silencio mas incomodo de mi vida – ¿Quieres algo de café?
– Te ponen
nervioso los cumplidos. Porque es verdad eres el hombre más hermoso y caliente
que he visto en mucho tiempo.
Mientras
Rhion decía esas libidinosas palabras pude ver el deseo crecer en sus ojos y mi
respuesta crecer en mis pantalones. Simplemente fue aterrador. Así que tome mi
plato y hui hacia la cocina.
– Molgan!!
¿Te asuste? Cachorro no corras de mi otra vez. – escuche la voz que decía a mis
espaldas y descubrí que la cocina no era solo minúscula era asfixiante. Me
sentí como una bacteria en una capsula de petri.
– Yo,..yo…creo
que esto está de más. Sería útil que me pasaras tu plato y los cubiertos
de la mesa así limpio todo ante de
llevarte a casa de Russell.
– Habíamos
acordado que no iría a ese mausoleo. ¿No te acuerdas? – dijo mientras se
colocaba a mi espalda y comenzaba a masajear mis entumecido hombros.
– ¿Pe..pe..pero
dónde vas a dormir?
– Contigo
por supuesto
De
allí en más la situación se torno más confusa, para mi mente. De repente estaba
en sus brazos y sus manos recorrían mi nuca y mi cabello. Cuando me di cuenta
nos habíamos trasladado de la cocina a la habitación y estábamos tumbados en mi
cama. Solo tengo flashes de Rhion llamándome cachorrito y de su boca unida a la
mía. Estoy consciente que en algún momento nos desvestimos. Tengo reminiscencia
de que su cuerpo se froto con el mío, que su mano masturbó mi miembro y que yo
lo toque a su vez. Sé que nos saciamos descubriéndonos y nada más.
Ahora,
luego del correr del tiempo, en la mitad de la noche siento a mi lado la
respiración acompasada indudablemente masculina y en mi se asentó un
sentimiento similar a la euforia producida por las drogas y una sensación de una inminente adición. Definitivamente
debería haberlo puesto en un taxi a casa de su hermano…
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Vereniz.-
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